Cuando publiqué aquella bufanda suavecita que buscaba un cuello para abrigar, mi amiga Lili "cantó pri!!" tan rápido que no le dió tiempo a nadie más como para siquiera pensar "... tal vez me gustaría tener esa bufanda...". Así los cuellos de Beatriz y Daniela se quedaron con ganas de una bufandita suavecita y me pidieron que les tejiera una.
Las bufandas se pueden tejer en el colectivo o en el tren y son casi siempre motivo de conversación para alguna señora que está sentada al lado... La rutina de tejido fue así: en casa alternando la manta para Olivia y la cortina para Lili y en viaje las bufandas...
1 comentario:
Excelente trabajooo!!! nuestros cuellos agradecidos! te felicito por tu habilidad y buen gusto y te cuento que estuve mirando mas tus trabajos y me encanto un pullover...despues te digo cual!! hermosos trabajos gaby!! besos. Dany
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